Ana Paula Martínez Lanz
Abel H. POZUELO

El Cultural

Interludio es la primera individual española de Ana Paula Martínez Lanz (México D.F., 1979, reside en Barcelona), una apuesta por un trabajo depurado y exquisito y un proyecto de clasicismo visual, sobrio formalismo y tenue fundamento conceptual y serial. La transición en la frontera, ese interludio del título, que aparece como característica del acabado técnico, es en realidad un leitmotiv de los distintos estratos de estas estampas. Martínez Lanz emplea una técnica de impresión con tintas pigmentadas sobre papel de algodón, que conecta más con la obra gráfica que con la imagen revelada. En su aspecto más formal, se mueven por el límite entre lo serial y cierto minimalismo y aquella fotografía primitiva de paisaje entre romántica y naturalista de pioneros como Fox Talbot. Un blanco y negro, por otro lado, propio de la escuela fotográfica mexicana y que recuerdan también los grabados de motivos naturales de Jan Hendrix. En lo temático, la frontera en cuyos lados fluctúa, es la que media entre el paisaje mínimo y el paisaje exterior. El cabello de la artista como maraña inabarcable para el foco contrasta, se une y confunde con las vistas de arboledas, montes, cielos y cursos de agua, generalmente en una bruma provocada por el movimiento del punto de vista. Curiosamente hay un logro: desde lo conocido y común, y desde cierto eco pictórico se sortea la presencia de anécdotas y se alcanza un pausado aliento íntimo.